Las amenazas contra jueces, policías y periodistas proferidas ayer por la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía nacional, constituyen un ataque intolerable al conjunto del pueblo español, a nuestra democracia y al Estado de derecho que la sustenta.
Desgraciadamente para España, los acuerdos de investidura nos deparan una legislatura basada en la cesión continua a las exigencias de un nacional-separatismo supremacista, déspota y excluyente al que desde Societat Civil Catalana seguiremos plantando cara con todos los medios a nuestro alcance. Llevamos años advirtiendo del carácter tiránico y destructivo del nacionalismo, pero lo que no entendemos es que la Mesa del Congreso no interrumpiera un alegato fascista contra personas obscenamente señaladas por su nombre y apellido.
Las palabras de la portavoz de Junts fueron toleradas, y por lo tanto, secundadas, por los partidos de Gobierno y sus aliados parlamentarios. Todos ellos son responsables de dejar el futuro de España en manos de quien la quiere destruir y, además, no esconde su propósito. Más claras las intenciones, imposible; el nacionalismo ya da por amortizada la amnistía y exige abiertamente un referéndum de autodeterminación.
No hay excusa para los diputados que ayer votaron a favor de constituir las tres comisiones parlamentarias ideadas con el único propósito de fiscalizar y amedrentar al poder judicial para liquidar la imprescindible separación de poderes.
Cabe recordar que las antidemocráticas leyes de desconexión aprobadas por el Parlamento catalán en las infaustas jornadas del 6 y 7 de septiembre de 2017 instauraban la no separación de poderes en la futura república catalana y concedían una autoridad ilimitada al presidente de la Generalitat, quien también se reservaba el control e intervención sobre los medios de comunicación.
Expresamos nuestro apoyo y solidaridad con el poder judicial, con los cargos policiales y con los periodistas señalados por los enemigos de la libertad y consideramos necesario que todos ellos se sientan arropados por los demócratas para seguir desarrollando su trabajo sin injerencias ni coacciones.
La Junta Directiva de Societat Civil Catalana