Ante el complejo escenario surgido de las elecciones generales urgimos a los grandes partidos a afrontar las negociaciones de las próximas semanas con vocación de servicio puesta a disposición del bien común, a fin de encontrar soluciones a una situación que no tiene por qué conducirnos al bloqueo político y, en consecuencia, a la inestabilidad económica y social.
El pasado 23 de julio la inmensa mayoría de los españoles votaron a favor de proyectos políticos centrados y moderados. Las urnas apuestan por salvaguardar nuestro Estado democrático de derecho y nuestro marco de convivencia. Por tanto, es necesario que los partidos mayoritarios lean los resultados del 23-J con generosidad y altura de miras, anteponiendo los intereses de los españoles a cualquier otra consideración de carácter partidista.
Los ciudadanos han otorgado a las fuerzas leales al marco constitucional vigente un holgado margen para alcanzar un pacto constitucional dirigido a preservar la estabilidad, la seguridad jurídica y la vigencia del Estado de derecho en todo el territorio español; también en Cataluña, una parte de España gobernada por un régimen ajeno al imperio de la Ley empecinado en conculcar los derechos de los ciudadanos contrarios a su proyecto excluyente.
España no puede quedar en manos de quienes la odian. Negociar la gobernabilidad, como ha ocurrido durante décadas, con quienes se jactan de sus planes para quebrar el Estado y erosionar las instituciones no debe ser una opción. Las cesiones no funcionan con una ideología que contiene el germen de la destrucción. Sería paradójico que mientras el secesionismo pierde apoyo ciudadano en Cataluña (700.000 votos menos el 23-J), su capacidad de influencia en la gobernabilidad de España se viera incluso incrementada en la próxima legislatura. Ignorar el retroceso del independentismo concediéndole un balón de oxígeno supondría dejar nuevamente desamparados a los catalanes que apostamos por el entendimiento y el respeto en una sociedad plural, integradora y bilingüe.
Existen alternativas al chantaje nacionalista. Es posible conformar un gobierno estable capaz de dar respuesta, a través de amplios consensos parlamentarios, a los desafíos que tenemos por delante. Pedimos a la clase dirigente que centre el foco en los pactos de Estado, en España y en los españoles. Nos jugamos la convivencia, la cohesión social, la integridad territorial y el derecho a la igualdad de todos los ciudadanos.
La Junta Directiva de Societat Civil Catalana