En el marco de las actividades culturales que venimos proponiendo a nuestro socios y amigos, en esta ocasión hemos visitado la Tarragona romana.
Contemplar Tarraco, la antigua ciudad romana, es contemplar más de 20 siglos de historia. Es recordar al emperador Augusto convirtiendo la ciudad en la capital del Imperio Romano.
En su circo romano, cerca de 25.000 personas asistían a las carreras de cuadrigas donde émulos de Ben-Hur conseguían la gloria con sus triunfos.
Aún se conservan vestigios de su forma alargada con unos 325 metros de largo y hasta 115 de ancho.
Grata salida cultural que ha satisfecho a todos los asistentes.