Las elecciones autonómicas celebradas ayer certificaron el hartazgo de los catalanes con el desafío independentista que tanta división y decadencia nos ha traído en la última década. Por primera vez en 40 años, las fuerzas nacionalistas no suman en escaños y, en consecuencia, no tienen mayoría absoluta en el Parlament de Cataluña. Por contra, las formaciones constitucionalistas han ganado en votos y en escaños y estarían en condiciones de conformar una mayoría para gobernar Cataluña.
Los catalanes han decidido:
- Otorgar la mayoría absoluta al constitucionalismo.
- Propinar una derrota histórica del independentismo.
Ahora hace falta altura de miras y priorizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Desde Societat Civil Catalana hacemos un llamamiento para que realmente estos resultados sirvan para iniciar una nueva etapa sin que las componendas políticas desvirtúen el mandato de los catalanes.