Desde hoy, España tiene un presidente legítimo débil, investido con el apoyo de los partidos minoritarios de la Cámara Baja, tras ceder al chantaje nacionalista. Nada se ha hecho en nombre de España. Por un prosaico intercambio de favores, nuestro Estado de derecho se tambalea.
Cerrado el capítulo de la investidura, los ciudadanos debemos abrir el capítulo de la movilización y la resistencia. Desde Societat Civil Catalana plantaremos cara con todos los medios a nuestro alcance para impedir que la ley de amnistía y el infame ideario nacionalista que impregna el acuerdo de investidura vea la luz.