Societat Civil Catalana lamenta que el proyecto de ley de política lingüística presentado esta mañana en el Parlament por PSC, ERC, Junts per Catalunya y Comuns sea una oportunidad perdida para forjar un verdadero consenso para la convivencia lingüística en Cataluña. Se trata de un texto conscientemente confuso que puede ser utilizado por el gobierno nacionalista para mantener el castellano como lengua residual en la enseñanza de Cataluña.

A pesar de la inclusión del castellano como “lengua curricular”, el nuevo articulado es impreciso y abre la puerta a que el castellano quede relegado a actividades no docentes en la escuela. Todo ello hace más necesario que nunca la ejecución inmediata de la sentencia del 25%, a fin de garantizar que se cumple verdaderamente el principio de conjunción lingüística que han fijado los tribunales de acuerdo a nuestro marco constitucional.

En este sentido, Societat Civil Catalana expresa su determinación para mantener la máxima movilización junto a otras entidades cívicas, a través de la plataforma Escuela de Todos, para garantizar el cumplimiento de la sentencia que protege los derechos lingüísticos de los ciudadanos. La nueva ley no exime de ningún modo del cumplimiento de las decisiones judiciales, sino que precisamente la sentencia del 25% es la clave interpretativa para desarrollar los aspectos ambiguos del redactado presentado. Como ha dejado claro Escuela de Todos en el comunicado hecho público ayer, el 1 de junio todos los centros deben aplicar el modelo.

SCC quiere expresar una vez más su consternación por la aversión del Govern de la Generalitat a asumir la realidad plural de Cataluña. La intransigencia ultramontana del gobierno autonómico a aceptar un 25% de clases en una lengua oficial y mayoritaria de Cataluña es una señal más del sectarismo nacionalista que nos gobierna y de la necesidad de impulsar un cambio político en Cataluña. Con esta cerrazón, el Govern de Cataluña se sitúa de espaldas al sentir mayoritario de catalanes (que de acuerdo a todos los estudios demoscópicos pedían mayor equilibrio lingüístico en las escuelas) y perjudica la equidad y la igualdad de oportunidades entre todos los estudiantes, ofreciendo a unos ventajas y a otros impedimentos lingüísticos para su aprendizaje.

Reclamamos que el trámite parlamentario sirva para ajustar el contenido de la ley a un verdadero consenso de la sociedad catalana, que considera mayoritariamente que tanto el catalán como el castellano son lenguas propias de Cataluña.

BARCELONA. 25/05/2022. FOTO: EL CONFIDENCIAL DIGITAL