Elda Mata (Barcelona, 1953) es una empresaria catalana que dio el salto al activismo cívico tras su jubilación y al ver «la deriva nacionalista» que se estaba produciendo en Cataluña. Su significación pública le ha acarreado consecuencias, como que le envenenen las plantas de su jardín o le pinten banderas esteladas en la fachada de su casa. No obstante, y tras más de media vida instalada en un pueblo de la provincia de Gerona, asegura estar habituada a situaciones que en su ciudad natal, Barcelona, cuestan de imaginar.
Mata ha sido elegida presidenta de Societat Civil Catalana (SCC) tras el mandato de Fernando Sánchez Cuesta. Afirma que, en esta nueva etapa, «muchos empresarios» se han puesto en contacto con la entidad con la finalidad de revertir la mala situación económica que atraviesa Cataluña. Después de tantos años con una clase política centrada en el plan rupturista, cada vez hay más voces que empiezan a cuestionar las políticas identitarias y piden pasar página de una década que, dicen, solo ha contribuido a la «fractura».
Pregunta. ¿Cuáles son los nuevos objetivos de Societat Civil Catalana en esta nueva etapa con usted al frente?
Respuesta. El objetivo principal que marca todos lo demás es revertir la situación en Cataluña. Acabar con el régimen nacionalista y contribuir a crear una situación de respeto y de ilusión. Ahora mismo hay una fractura social. También hay que recuperar la senda de la seguridad jurídica, estamos en España, estamos en Europa, pero la ley no se cumple en Cataluña como debería cumplirse en un Estado de Derecho.
Queremos también explicar la historia de España en Cataluña, porque se ha pervertido. Si vas a Sants está la plaza de los Països Catalans que no ha existido nunca, y en TV3 te ponen un mapa del tiempo en el que también sale Valencia y las Islas Baleares. Todos esto va calando en aquella población que solo sigue medios en catalán.
Usted viene del mundo empresarial. ¿Por qué los empresarios no hablan más sobre cómo les ha perjudicado el ‘procés’?
Porque tenemos unas instituciones absolutamente de parte, que es este régimen nacionalista que llevamos soportando desde hace muchos años. Y esto hace que si te sales del discurso oficial, perjudiques a tu empresa y a tus trabajadores.
El sector privado sufre también el acoso. Hay empresarios que prefieren hablar claramente a favor del Estado de Derecho pero muchos otros no se han atrevido. Conozco un empresario que presentó una documentación para lograr una subvención y al hacerlo en castellano no le contestaron. Ninguno de los espacios que tienen que ver con la administración catalana es neutral. Tampoco los hospitales. Prima la lengua sobre la persona.
Societat Civil Catalana ejerce como acción pública en la causa que afecta a los líderes del ‘procés’ en el Tribunal de Cuentas. ¿Os sentís solos tras la rebaja de la Fiscalía y la inhibición de la Abogacía del Estado?
En la Junta de Societat Civil Catalana estamos dispuestos a poner en riesgo nuestro patrimonio particular para estar donde debemos estar, estén o no los demás. Por supuesto que el Estado debería estar muchísimo más en Cataluña, en temas de deporte, de cultura y en temas de instituciones… Por supuesto también debería estar velando para que en Cataluña se cumpla la ley. Como no ha pasado en 40 años, en muchas ocasiones hemos visto que se nos dejaba huérfanos por la geometría parlamentaria. Venden a los catalanes que queremos seguir siendo parte de España. Nos han vendido todos los partidos que han tenido el cargo institucional de gobernar.
¿El pacto de Sánchez con ERC ha contribuido a desmovilizar el constitucionalismo catalán?
La desmovilización del constitucionalismo lleva muchos años. Hubo un momento de ilusión con un millón cien mil votantes para Ciudadanos. Ganó las elecciones. Cataluña no es un paquete nacionalista, pero sí es verdad que los gobiernos de un color y otro se han olvidado de los constitucionalistas catalanes cuando les ha interesado. Nos parece que los pactos actuales rozan la inmoralidad. Estamos pactando temas de seguridad nacional con los mismos partidos que han hecho todo lo posible por reventar la unidad nacional. No todo vale.
Desde SCC tenemos una vocación de interlocución fluida y total con los partidos constitucionalistas. Entendemos que tienen una estrategia distinta, pero que compartimos objetivos como el de sacar a los independentistas del Govern, donde está siendo desleal a la Constitución y al propio Estatuto de Cataluña.
Esa interlocución, ese apoyo y esfuerzo va a continuar estando como entidad de referencia del constitucionalismo, pero tenemos una estrategia diferente. Si no, no estaríamos en el Tribunal de Cuentas. Si pudiéramos fiarlo todo a la voluntad política de los partidos que gobiernan este país hay cosas que irían de mal en peor.
¿Estáis incluso dispuestos a perder vuestro patrimonio si pierden en el Tribunal de Cuentas?
Sin ninguna duda. Lo sabemos desde el primer momento. Pero es una cuestión de valores civiles como ciudadanos. Hemos visto cómo la Abogacía del Estado no interviene porque considera que es un tema de la Generalitat, la Generalitat que ha sido parte del golpe de Estado, evidentemente dicen que ellos no han visto malversación por ningún lado. Queda la Fiscalía. Si SCC no se hubiera presentado como acusación pública, posiblemente la Fiscalía tampoco hubiera actuado. Nos parece de una gravedad enorme. Y ante la posibilidad de que esto pudiera pasar, por supuesto que nos hemos personado.
El informe del Tribunal de Cuentas fijaba 10 millones de euros, En la medida de nuestras posibilidades, ya que no tenemos medios, hicimos una lectura muy estricta del informe y acabamos encausando a 11 personas, todos cargos responsables, consellers o presidentes, vicepresidentes y expresidentes. Claro que la Fiscalía, con sus medios, el respaldo del Estado y su obligación de velar por los intereses de los españoles, podrá ir más lejos de lo que hemos ido nosotros. Pues no. Hemos ido más lejos nosotros. También es verdad que con el referéndum del 9-N también tuvimos que estar nosotros como acusación pública.
¿Cree que esta laxitud de la Fiscalía tiene que ver que quien está al frente es Dolores Delgado?
Lo que es seguro es que la Fiscalía tiene unos superiores y una estructura que es la que dicta el funcionamiento. Yo solo puedo ver que al final ha sido prácticamente una dejación de su responsabilidad. Nos los temíamos, sí.
¿Cómo ve el supuesto caso de espionaje a los independentistas? ¿Cree que se puede haber cometido alguna ilegalidad por parte del Estado?
España es una democracia, con un marco legal claro, que tiene unas estructuras e instituciones que evidentemente tienen que velar por la seguridad de todos los ciudadanos. No tengo ninguna duda de que lo hacen dentro de la ley. Está claro que hay que proteger la unidad de España y a todos los ciudadanos de los embates de quienes quieren romperla. Diría que el Estado hace dejación de funciones de sus responsabilidades si no velara por nosotros de esta manera.
Curiosamente, en el Parlament ERC y Junts han parado que se investigue un centro de investigación que, este sí, ha estado espiando a compañeros míos de SCC que han tenido que llevar escolta, a personas de la vida civil y a políticos. Y al preguntar si se ha hecho dentro de la legalidad, lo primero que han hecho es decir que esto no se va investigar. Una doble vara de medir.
THE OBJECTIVE. Entrevista: Laura Fàbregas. Fotografía: Carmen Suárez.
Mata (SCC): «La Fiscalía ha hecho dejación de responsabilidades en el Tribunal de Cuentas»